Y tampoco es lo mismo el yogur fabricado por la empresa A que por la empresa B. “Y ojo, que esas fechas se mantienen hasta que el envase se abre”, advierte Robles. Por ejemplo, explica que algunos envases dan información sobre esta caducidad secundaria con frases como “una vez abierto, conservar en el frigorífico y consumir en three días”. Aunque el primer impulso en estos casos suele ser tirarlos a la basura, queremos que sepas que no hay porqué asustarse. Con este artículo aprenderás a distinguir entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente para evitar que deseches alimentos por error.
La fecha de caducidad es la fecha a partir de la cual el producto no se debe ingerir, ya que no es adecuado para el consumo. Se puede consumir el producto hasta el mismo día en que aparece en la fecha. Una vez superada esa fecha el producto debe ser retirado de la venta y nunca debe ser consumido. La vida útil de un alimento indica el tiempo que transcurre desde su elaboración hasta su deterioro. Diferentes factores como la temperatura, la luz, la humedad o la presencia de oxigeno la pueden hacer variar.
De hecho, si leemos con atención las etiquetas, en muchos artículos aparecen las condiciones de conservación una vez abierto el envase del producto. El uso de este tipo de aviso sobre la caducidad se da, especialmente, en aquellos alimentos muy perecederos desde el punto de vista microbiológico. La fecha de caducidad aparece en alimentos muy perecederos, como pescado fresco, carne picada fresca, and so on.
Fecha De Consumo Preferente
Los que no pueden conservarse más de tres meses deben indicar «consúmase preferentemente antes de» o «fecha de caducidad» seguido del día y el mes. El alimento sigue siendo seguro para el consumidor una vez pasada la fecha de «consumo preferente», siempre que se respeten las instrucciones de conservación y su envase no esté dañado; sin embargo, puede empezar a perder sabor y textura. Al margen de las indicaciones relativas a la duración de un alimento, existe un aspecto muchas veces olvidado por el consumidor, el cual tiene un impacto importante en las condiciones de consumo seguras de un alimento. Parecen lo mismo, pero «fecha de caducidad» y «fecha de consumo preferente» indican conceptos diferentes.
Se utiliza en productos muy perecederos como carnes, pescados, productos al vacío o pasteurizados. En primer lugar, la fecha de caducidad es aquella a partir de la cual el fabricante ya no puede garantizar la seguridad alimentaria de los productos y NO se deben consumir si se quieren evitar problemas mayores. Esta fecha de caducidad se aplica a las etiquetas de productos perecederos como son la carne o el pescado fresco. La fecha de consumo preferente o duración mínima de un alimento es la fecha hasta la cual el producto mantiene sus propiedades específicas, siempre que se guarde en condiciones adecuadas de conservación. Pasada esa fecha, la calidad del producto puede disminuir, pero en ningún caso conlleva problemas para la salud.
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Los vinos, vinos de licor, vinos espumosos, vinos aromatizados y productos similares obtenidos a partir de frutas distintas de la uva. De esta forma, su reacción es tirar el producto cuando ha sobrepasado la fecha que aparece, cuando solo debería hacerlo si se refiere a la caducidad, que marca el momento en que se rebasa el límite de seguridad del alimento. Uno de los problemas asociados a esta incorrecta interpretación de las fechas en los envases es que termina provocando un enorme desperdicio de comida.
De hecho, antes de que existieran los actuales métodos de conservación, la salazón (conservación con sal) deshidrataba parcialmente algunos alimentos como la carne para reforzar su sabor e inhibir el crecimiento de algunas bacterias. En su momento, la Academia Española de Nutrición y Dietética señaló que el plazo orientativo para consumir un yogur tras su fecha de “caducidad” podría ser de una a dos semanas. Pero, para ello, el yogur debe haberse conservado a unos 5 ºC (o según las indicaciones del fabricante), el envase debe estar bien sellado y no presentar roturas ni deformaciones. La cuestión es que, en ese caso, los parámetros establecidos por el fabricante se han vulnerado. Esto puede provocar que la vida del producto se acorte considerablemente.
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Tampoco están obligados a llevar fecha de caducidad o fecha de consumo preferente las frutas y las hortalizas, ya que es muy fácil determinar e identificar cuándo están en mal estado. Por otra parte, conviene conocer aquellos alimentos que no tienen la obligación de llevar fecha de caducidad ni de consumo preferente. Sin duda, todos hemos escuchado advertencias sobre los envases que encontramos abiertos en las tiendas. Lo cierto es que tienen una base cierta en relación con la seguridad alimentaria.
Hay que tener en cuenta que ciertos tipos de alimentos no necesitan indicaciones de fecha de duración. La fecha de consumo preferente se aplica a aquellos alimentos que son más duraderos y estables que los perecederos. Una vez pasada la fecha de consumo preferente el alimento puede seguir siendo consumido. [newline]Lo que si puede suceder es que el alimento pierda algunas propiedades como el sabor, el color o la textura. La fecha de caducidad hace referencia a un periodo corto tras el cual el alimento no se considera seguro para su consumo. Esto quiere decir que, debido a crecimiento microbiológico, el alimento puede contener agentes patógenos causantes de enfermedades.
Por ello, los resultados son siempre estimaciones tomadas con el principio de precaución, lo que hace que siempre tiendan a acortar la vida actual del producto en aras de asegurar sus condiciones hasta la fecha marcada. La fecha de consumo preferente o duración mínima de un alimento es la fecha hasta la cual el producto mantiene todas sus propiedades nutricionales, siempre y cuando haya sido almacenado en las condiciones adecuadas para su conservación. Todos estos productos llevan etiquetadas las condiciones en las que deben conservarse para un consumo seguro y saludable. Cuando un alimento de estas características ha caducado, se debe respetar esa fecha de caducidad. Consumirlos en mal estado es potencialmente peligroso para la salud humana, pues son productos que desarrollan bacterias patógenas.
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De esta manera, cuando termina una fecha de consumo preferente, expira el periodo en el que el producto es comercializable, por lo que es retirado del punto de venta. Sin embargo, en casa, si han pasado dos, tres o cuatro días tras la fecha de consumo preferente, todavía se puede consumir ese alimento si se ha conservado bien refrigerado. La fecha de caducidad o vencimiento es la fecha que determina hasta cuando se puede consumir un alimento perecedero. A partir de esta fecha, se entiende que el alimento deja de ser consumible y debe retirarse o desecharse para evitar una posible intoxicación alimentaria.
¿cómo Se Calcula La Caducidad De Alimentos?
Los productos de panadería o repostería los cuales, por su naturaleza, se consumen normalmente en un plazo de 24 horas después de su fabricación. Podemos encontrar la frase «consumir preferentemente antes del…», cuando se especifique el día, o «consumir preferentemente antes del fin de o de finales de…», en los demás casos. Antes de consumir, chequear que la lata no presenta ningún tipo de golpe o abolladura.